LECTURAS
Se suele leer una primera lectura y luego el Salmo. Una segunda lectura
y otra como Evangelio.
» Lectura
del libro Cantar de los Cantares
» Lectura
del libro de Rut
» Lectura
de la carta del apóstol S. Pablo a los Corintios
En los días en que juzgaban los Jueces hubo hambre en el país, y un hombre de Belén de Judá se fue a residir, con su mujer y sus dos hijos, a los campos de Moab. Este hombre se llamaba Elimélek, su mujer Noemí y sus dos hijos Majlón y Kilyón; eran efrateos de Belén de Judá. Llegados a loscampos de Moab, se establecieron allí. Murió Elimélek, el marido de Noemí, y quedó ella con sus dos hijos. Estos se casaron con mujeres moabitas, una de las cuales se llamaba Orpá y la otra Rut. Y habitaron allí unos diez años.
Murieron también ellos dos, Majlón y Kilyón, y quedó sola Noemí, sin sus dos hijos y sin marido. Entonces decidió regresar de los campos de Moab con sus dos nueras, porque oyó en los campos de Moab que Yahveh había visitado a su pueblo y le daba pan. Salió, pues, con sus nueras, del país donde había vivido y se pusieron en camino, para volver a la tierra de Judá.
Noemí dijo a sus dos nueras: « Andad, volveos cada una a casa de vuestra madre. Que Yahveh tenga piedad con vosotras como vosotras la habéis tenido con los que murieron y conmigo. Que Yahveh os conceda encontrar vida apacible en la casa de un marido. » Y las besó. Pero ellas rompieron a llorar, y dijeron: « No; contigo volveremos a tu pueblo. » Noemí respondió: « Volveos, hijas mías, ¿por qué vais a venir conmigo? ¿Acaso tengo yo aún hijos en mi seno que puedan ser maridos vuestros? Volveos, hijas mías, andad, porque yo soy demasiado vieja para casarme otra vez. Y aun cuando dijera que no he perdido toda esperanza, que esta misma noche voy a tener un marido y que tendré hijos ¿habríais de esperar hasta que fueran mayores? ¿dejaríais por eso de casaros? No, hijas mías, yo tengo gran pena por vosotros, porque la mano de Yahveh ha caído sobre mí. » Ellas rompieron a llorar de nuevo; después Orpá besó a su suegra y se volvió a su pueblo, pero Rut se quedó junto a ella.
Entonces Noemí dijo: « Mira, tu cuñada se ha vuelto a su pueblo y a su dios, vuélvete tú también con ella. » Pero Rut respondió:« No insistas en que te abandone y me separe de ti, porque donde tú vayas, yo iré, donde habites, habitaré. Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios. Donde tú mueras moriré y allí seré enterrada. Que Yahveh me dé este mal y añada este otro todavía si no es tan sólo la muerte lo que nos ha de separar. » Viendo Noemí que Rut estaba decidida a acompañarla, no insistió más. Caminaron, pues, las dos juntas hasta Belén y llegaron a Belen al comienzo de la siega de la cebada.