RESPETO
El matrimonio y la convivencia no implican que hayáis dejado de ser
dos para convertirse en uno. Por lo tanto es importante respetar la individualidad
y los espacios personales, para de esa manera poder gozar plenamente de
todo lo que tenéis para compartir.
PACIENCIA
Tenéis que aprender a no perder los nervios ante situaciones insignificantes,
muchas veces un detalle sin importancia puede transformarse en un gran problema,
y al recapacitar nadie sabe por qué empezó la discusión.
Se trata entonces de tener paciencia y emplear todas las energías
para construir una convivencia placentera.
COMPLICIDAD Y SORPRESA
La relación debe renovarse todos los días, el compromiso se
profundiza día a día mediante los pequeños detalles,
que hagan sentir al otro querido.
La complicidad, la sorpresa y la dedicación os permitirán
establecer una convivencia renovada y alegre.
HUMOR Y DIVERSIÓN
Juegos, bromas, diversión y sentido del humor son claves a la hora
de iniciar la convivencia.
Aprender a reírnos de nosotros mismos y de ciertas situaciones que
de tomarlas en serio podrían transformarse en verdaderos conflictos
cuando en realidad son tonterías.