LECTURAS
Se suele leer una primera lectura y luego el Salmo. Una segunda lectura
y otra como Evangelio.
» Lectura
del libro Cantar de los Cantares
» Lectura
del libro de Rut
» Lectura
de la carta del apóstol S. Pablo a los Corintios
El Paloma mía escondida
en los huecos de las pellas,
de barrancos y quebradas
en las grietas.
Déjame ver tu figura,
déjame escuchar tu voz:
¡cómo acaricia tu voz,
cómo encanta tu figura!
Ven desde el Líbano, novia mía, aprisa,
desde el Líbano ven... de las guaridas de leones,
de los barrancos de panteras
Ella Avísame, amor mío,
por dónde pastoreas
o recuestas tus hatos en la siesta;
no tenga que embozarme
ni tenga que ir vagando
donde tus compañeros pacientan.
El Pues si tú no lo sabes,
mujer la más bella,
sigue el rastro del rebaño
y guía tus cabritos al aprisco.
Ella Cuando refresque el día
y echen a correr las sombras,
amado mío, vuelve
saltando por las lomas,
igual que una gacela o un cervato,
por los montes de aromas.
El ¡Qué guapa estás, mi amiga,
qué guapa estás!
Tus ojos son palomas
rescatadas tras un velo;
tu melena un bato de cabras
que brincan en cascada monte abajo.
¡Todo es bello en ti, mi amada,
bello, sin defecto!
Ella Anda, vamos al campo, amado mío.
Pasaremos la noche entre cipreses;
de madrugada iremos a los huertos,
a mirar si florecen las vides,
si las yemas se abren
y si apuntan los brotes del granado.
Entonces te daré mi amor.
El Ya vengo a mí jardín,
hermana y novia mía,
a recoger mi bálsamo y mi mirra,
a comer de mi miel y mi panal,
a beber de mi leche y de mi vino.
Compañeros, comed y bebed,
y embriagaos, mis amigos.
Ella Bajo un florido manzano
yo te desperté del sueño.
El Estaba yo durmiendo,
mi corazón velaba.
Palabra de Dios