CONSULTA
Tengo un problema de virginidad. Le he dicho a mi novio, con el que me caso
la semana que viene, que soy virgen, pero es mentira y nadie lo puede saber
porque perdí la virginidad en pecado y con una persona que me condenaría
de por vida. Qué puedo hacer? Si el día de mi noche de bodas
lo descubre todo no sé que será de mí, qué puedo
hacer?
RESPUESTA
Antes de contestarte a tu problema me gustaría decirte que si no
te perdonas a tí misma un error cometido en tu pasado, no podrás
vivir libre ni sentirte libre ¿vale? Mira, Dios ante todo es Padre
y te quiere tal como eres, como has sido y como quieras ser: TODO te lo
perdona si tu estás arrepentida de ello y tienes intención
de no volverlo a hacer en lo mismo. Fíjate que solo con la "intención"
vale, ya que tu sabrás que el hombre /mujer es el único animal
que tropieza dos veces en la misma piedra. Así, que no vivas un valor
que no está en alza, como es el de la virginidad, tan angustiosamente.
Ahora, vamos con tu caso. Primero he de decirte que si tu novio valora tanto
la virginidad, no le puedes decir a una semana de casarte que no lo eres
porque si lo quieres de verdad, y tienes derecho a una oportunidad con él,
a lo mejor lo puedes perder. Eso nunca se sabe. Lo mejor es que no le digas
nada, sobre todo, porque con él no has mantenido relación
nunca y con él y para él serás virgen. A parte de esto,
tu novio no se enterará de que no eres virgen la noche de bodas,
porque no todas las personas al perder la virginidad sangran, como se suele
decir, cada uno somos diferentes de los otros, y él no tiene por
qué darse cuenta de nada. Tu mantén que eres virgen, si él
le da tanto valor, porque además con él ese día de
tu noche de bodas, que debe ser muy linda y espérala con ilusión,
será la primera vez que compartas con él todo. Os estaréis
estrenando juntos en una nueva aventura y solo has de mirar eso. Deja las
pruebas físicas de la virginidad y disfruta sin miedo, porque lo
que te ha pasado no tiene tanta importancia y además nadie lo nota,
ni se puede probar en una noche de bodas. Ah, y seguramente Dios ya te ha
perdonado y no le ha dado tanta importancia a tu suceso, así que
deja de cargar tu con esa losa. ANIMO y ENHORABUENA por tu próximo
casamiento.