Segunda fase:
decisiones estratégicas de márketing
== Objetivos de márketing
En esta etapa es donde se han de fijar los objetivos de márketing
que deberá alcanzar la empresa, que tendrán que ser
concretos, realistas, voluntaristas, motor de la actividad comercial
y, lo que es más importante, deberán estar supeditados
a los objetivos corporativos de la empresa, definidos en su plan estratégico.
Normalmente, los objetivos cuantitativos se referirán a aspectos
como la participación de mercado, la rentabilidad o el volumen
de ventas, aunque no podemos dejar de mencionar otros como el aumento
del nivel de penetración, de los beneficios y del margen de
contribución o de la cobertura de distribución.
En cuanto a los objetivos cualitativos, los más significativos
son los que hacen referencia a la notoriedad e imagen del producto,
servicio o marca y a la posición relativa que queremos alcanzar
en el mercado (por ejemplo, liderazgo).
== Estrategias de márketing
Una vez establecidos los objetivos que queremos alcanzar, es necesario
que definamos cómo lo vamos a hacer, es decir, cuál
es la estrategia de márketing que vamos a seguir.
El nivel de la estrategia donde, normalmente, debemos empezar a
definir la estrategia de márketing es la estrategia de cartera.
Se trata de especificar los binomios producto-mercado con los que
va a actuar la empresa. Tendremos, por tanto, que priorizar los
mercados geográficos a los que se dirigirá la empresa
e indicar, en cada caso, los productos con los que iremos a cada
uno de ellos.
== A continuación, se definirán las estrategias de
segmentación y de posicionamiento. Por tanto, se deberán
priorizar los segmentos de clientes a los que se va a dirigir la
empresa (estrategia de segmentación) y definir con qué
atributos queremos que nos perciban (estrategia de posicionamiento).
Para la definición de la estrategia de posicionamiento es
particularmente útil el análisis de grupos estratégicos
realizado en la primera fase.
Finalmente, deberá definirse la estrategia funcional de márketing:
estrategias de producto, precio, comunicación y distribución.
Tercera fase: decisiones operativas de márketing
Uno de los mayores peligros de los planes que se hacen en una empresa
es que se conviertan en “elementos decorativos” de alguna
estantería. Si no los llevamos a la práctica, su elaboración
habrá constituido una pérdida de tiempo. Precisamente,
esta fase, la de los planes de acción, es la que nos permite
descender al terreno operativo y definir de forma concreta qué
acciones vamos a poner en marcha para llevar la estrategia de márketing
a la práctica y, así, alcanzar los objetivos que buscamos.
Se trata, por tanto, de traducir la estrategia a acciones concretas.
Con el fin de asegurar su cumplimiento, a cada una de ellas deberá
asignársele un responsable que supervise y ejecute los planes
de acción marcados en los plazos previstos, al que se le
dotará de los recursos humanos, materiales y financieros
requeridos.
Dado el elevado número de planes de acción que suelen
definirse, es conveniente priorizar la atención y dedicación
que se les debe prestar, en función de su urgencia e importancia.
Finalmente, será necesario evaluar los ingresos y los costes
previstos, recogiéndolos en una cuenta de resultados previsional.
Plan de márketing estratégico ‘versus’
plan de márketing anual
El alcance de un plan de márketing estratégico es
mucho mayor que el de un plan de márketing anual. Podríamos
destacar como principales aspectos diferenciadores de ambos planes
su horizonte temporal y, especialmente, su enfoque.
Por una parte, el horizonte temporal de un plan de márketing
estratégico (tres años) es superior al de un plan
de márketing anual. Por otra parte, tal como su nombre indica,
el primero de ellos tiene un enfoque estratégico, mientras
que el plan de márketing anual es más operativo. Así,
el plan de márketing estratégico hace énfasis
en la definición de los objetivos a largo plazo y en las
estrategias que se han de seguir para lograrlos, y esboza las decisiones
operativas. El plan de márketing anual, aunque puede revisar
algunos aspectos de las decisiones estratégicas en función
de los cambios producidos en el entorno, profundiza en las decisiones
operativas.
Por ello, el plan de márketing estratégico da pautas
de actuación para que los directores de producto elaboren
sus planes de márketing anuales para sus líneas respectivas.
Cuando exista homogeneidad de productos y la dimensión de
la empresa sea pequeña, sólo existirá el plan
de márketing estratégico. En caso contrario, se realizará
un plan de márketing estratégico y varios planes anuales
de márketing (tantos como directores de producto).
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