Cómo volver locos a tus competidores |
A continuación describimos una situación de conflicto entre empresas, luchando en el mundo real, por un segmento de mercado muy concreto. No son grandes empresas, son simplemente un ejemplo de los miles de casos que a diario suceden a nuestro alrededor. El artículo muestra la estrategia adecuada, las tácticas adecuadas, los ritmos adecuados y una buena dosis de innovación, creatividad, imaginación, perseverancia y trabajo duro. 1 - Introducción Tomamos parte del título del libro “Cómo volver locos a tus competidores – Lo importante no es participar, sino ganar o perder” de Guy Kawasaki, pues fue nuestro libro de cabecera y el del protagonista de nuestra historia, durante toda la guerra comercial que le vamos a describir. Está planteada en formato narración, y los nombres y lugares cambiados, pues los hechos son reales y a los protagonistas no les gustaría verse reflejados aquí. Relatamos los hechos tal y cómo sucedieron, y las decisiones tal y cómo se tomaron. Probablemente decisiones y hechos distintos hubieran conducido a un resultado distinto. Por ello en alguna ocasión le lanzaremos reflexiones que esperamos supongan una pausa en la lectura. Pausa pensada para que medite Vd. sobre ello y pueda decidir si Vd. hubiera actuado en la misma forma. Se plantea pues como un ejercicio de estrategia, no en vano se incluye en nuestro “Taller de estrategia”. 2 - Preámbulo Cuando sucedieron los hechos, yo trabajaba como consultor independiente para una firma cuya finalidad era el lanzamiento de proyectos para su posterior explotación y venta. Yo era el responsable de todo lo relativo a estrategia de marketing y ventas. Éste artículo se basa en una de las experiencias que me tocó vivir. Todo sucedió en una sola ciudad de un país de cultura occidental sobre 1998. 3 - El protagonista “Érase una vez un emprendedor”, que entró por la puerta de nuestra empresa y que tenía las ideas muy claras de cómo quería que fuese su futuro profesional, aunque no tanto, sobre por dónde empezar y cómo orientarlo. Tenía sobre los 35 años, se consideraba una buena profesional en su ramo – ahora explicaremos a qué se había dedicado – y había tomado la decisión absoluta de no depender “nunca jamás” de terceros. Tenía estudios medios, en cuanto a lo que es enseñanza reglada, y una gran capacidad de trabajo; así como una buena dosis de empatía. Acababa de salir de una experiencia traumática, en el aspecto profesional y personal que le habían llevado a abandonar la empresa para la cual había estado trabajando durante los últimos 5 años. No sabía como reorientar su vida laboral y además tenía una capacidad de inversión muy limitada. 4 - Por dónde empezamos De mutuo acuerdo empezamos por repasar en profundidad lo que había sido su vida laboral. En resumen, toda su vida laboral y profesional había girado entorno a la investigación privada y mercantil, tanto como investigador propiamente dicho, como en todas las tareas comerciales y administrativas relacionadas. Había estado en varias empresas y conocía el mercado y la competencia. Detallo a continuación las funciones principales que había realizado. 1 - Seguimientos y vigilancias relacionadas con
temas de divorcio. Actividad que ocupaba gran cantidad de tiempo,
aunque era altamente remunerada. Bien, teníamos 5 posibles áreas de negocio. A continuación
actuamos por un procedimiento de descarte. Las dos primeras opciones
fueron descartadas de inmediato, simplemente porque no permitían
delegar ninguna de las partes importantes, es decir, nuestro emprendedor,
realizaba todas y cada una de las partes. Existían además
un buen número de empresas que se dedicaban a ello y presentaba
dificultades a la hora de organizar la captación de clientes. 5 - La elección Nos centramos a continuación en ver quiénes eran
los potenciales clientes de cada una de las áreas: En conjunto pues teníamos los siguientes conjuntos de potenciales
clientes: Dada la limitación de recursos personales que podíamos poner al servicio de la nueva actividad (nuestro Emprendor únicamente) y la limitación de recursos materiales, decidimos centrarnos en maximizar los resultados del tiempo que nuestro emprendedor podía poner en juego. Así pues, analizamos los conjuntos de potenciales clientes en función de su grado de accesibilidad comercial. Este sería un análisis reducido: - Empresas normales: la decisión dependía de un cargo poco accesible – personal, financiero, gerencia – y la sistemática de venta requería el circuito completo, prospección, primer contacto, visita o visitas, presentación de presupuestos y cierre de la venta. Además dado que el volumen de sus necesidades era reducido, cada petición “casi” había que tratarlo como una operación independiente. Sólo un reducido número de empresas eran susceptibles de fidelización. - Inmobiliarias: la decisión estaba centralizada en un cargo poco accesible y el circuito de venta es el mismo que en el punto anterior. La diferencia es que el prospecto una vez se convertía en cliente se fidelizaba. - Entidades financieras: la decisión estaba centralizada en un cargo poco accesible y el circuito de venta es el mismo que en puntos anteriores. El prospecto una vez se convertía en cliente se fidelizaba. - Gestorías y consultorías: la decisión estaba centralizada en un cargo poco accesible, el circuito de ventas es el mismo. El prospecto quedaba fidelizado. Raramente lo pedían para ellos sino en nombre de alguno de sus clientes. - Empresas de selección de personal y directivos: la decisión estaba centralizada en un cargo poco accesible y el circuito de venta es el mismo que en puntos anteriores. El prospecto una vez se convertía en cliente se fidelizaba. - Bancos y Cajas de Ahorro: Aquí surgió una peculiaridad, existían dos grandes grupos, entidades que tenían el servicio centralizado para toda la red de oficinas (las oficinas pedían lo que necesitaban al departamento correspondiente) y entidades que no tenían el servicio centralizado y que eran libres de tomar sus propias decisiones al respecto. ¿Qué haría Vd? 6 - ¿Qué hicimos nosotros? Dado que sólo disponiamos de 1 comercial (nuestro emprendedor)
que además debía ocuparse de realizar todo el trabajo
de investigación y administrativo, decidimos priorizar en
base a volumen de negocio/esfuerzo comercial. Otra decisión importante que se había tomado previamente y que no he comentado, es que el mercado debía ser localmente rentable. No queríamos que nuestro emprendedor se pasara el día de viaje. Así pues, la decisión estaba tomada: A continuación decidimos centrar aún más y ver cuantas entidades bancarias cumplían el requisito. Utilizamos un procedimiento rápido. Tomamos las “Páginas amarillas” y llamamos a la central de cada una de las Entidades para averiguarlo y lo averiguamos. Hicimos más cosas, nuestro emprendedor visitó antiguos conocidos, habló con amigos, se realizó una prospección aleatoria, y en resumen la conclusión acerca del mercado que le esperaba era la siguiente. El mercado Esta situación de equilibrio duraba más de 15 años ¿Qué haría Vd.? La decisión final: Recogía peticiones en el acto o las recibía por fax en la oficina. Nuestro emprendedor simplemente salía cada mañana hacia su ruta visitaba la oficina, se presentaba, hablaba con el director o apoderado, dejaba la documentación, se despedía y entraba en la siguiente oficina. Además para nuestro emprendedor, dirigirse a este nicho de mercado presentaba otra ventaja, ya que al abrir las oficinas bancarias únicamente por la mañana quedaba perfectamente organizada su jornada. Por las mañanas visitaba, por las tardes realizaba el trabajo. Mientras él realizaba el trabajo nosotros nos centramos
en innovar el servicio que las oficinas habían recibido hasta
ese momento. Algún ejemplo: Nuestro emprendedor trabajó muchísimo y ya se ganaba bien la vida, pero estaba decidió a hacerse un hueco permanente. Su facturación, era insignificante comparada con el líder, tan insignificante que éste aún no se había enterado de la existencia de su nuevo competidor. |
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