Por Carlos Rosell
Tener un comercio en la red, y que funcione, no es realmente muy diferente
a tener un establecimiento comercial a pie de calle.
No obstante, no se trata únicamente de disponer de una tecnología
y unos productos o servicios que vender, sino de ejercer una auténtica
labor comercial desde la red. El comercio online, igual que un buen
comerciante, debe cumplir una serie de características y
reglas que le ayuden a vender y a fidelizar.
Los refranes, principios vigentes y universales de sabiduría,
pueden sentar ciertas bases que hagan de nuestro comercio online
un negocio rentable. Vamos a ello:
El acceso
Todos los usuarios ni son iguales ni tienen las mismas necesidades.
Facilitémosles que puedan visitarnos utilizando distintas
plataformas, navegadores y versiones de los mismos. Sería
bueno recordar que hay usuarios con deficiencias visuales o de motricidad,
pero esto ya es otra guerra.
"Ausencias causan olvido"
La espera
Cada vez somos menos pacientes y nos gusta menos esperar. Encontremos
un punto de equilibrio entre "peso" y calidad. Las fotos
podemos convertirlas a formato JPEG, con resolución de 72
píxeles por pulgada (en general las pantallas no tienen más
píxeles que 72 por pulgada), utilizando el formato GIF para
imágenes que no sean fotos.
"El buen comerciante nunca abre tarde"
La imagen
El contenido debe ser coherente con la imagen corporativa (logotipos,
tipografía, colores, etc.), ausente de errores gramaticales
y con información siempre actualizada. Si contamos con mucho
texto, un elevado contraste facilitará su lectura (la utilización
de texto en negativo no es recomendable).
Presentemos, al entrar en el negocio, un escaparate atractivo (no
la vida y obra de sus dueños), una clasificación lógica
y sencilla de los productos (no conviene más de 3 o 4 clicks)
y un buscador interno que ayude a encontrar rápidamente lo
buscado (si no, ¿a quién preguntamos?). Asegurémonos
de que todos los links funcionan antes de promocionar la web.
El producto
Un buen comerciante conoce los productos que vende y se toma el
tiempo suficiente para asegurarse de que el cliente acierte en la
compra. Querrá repetir el negocio en el futuro.
Expliquemos detalladamente las características de los productos
que vendemos. Cuando realmente algo nos interesa cualquier información
es poca.
"Ni tanto que queme al Santo ni tan poco
que no lo alumbre"
La alternativa
Incluyamos fichas y herramientas que permitan comparativas, facilitando
a los usuarios el poder imprimirlas o enviarlas por email (no siempre
el visitante decide la compra). Indiquemos claramente los productos
agotados, anunciando, no obstante, los productos semejantes y complementarios.
"No te cierres una puerta si no te has
abierto otra"
La duda
Respondamos a las preguntas más frecuentes de los
usuarios en una sección especialmente dedicada a ello: seguramente
aumentaremos las ventas y disminuiremos la carga de trabajo.
Pongamos, en un lugar destacado, la firma de la empresa: nombre,
actividad, dirección, teléfono, fax y e-mail de contacto,
y animemos a establecer cualquier comunicación con nosotros.
Seamos sinceros, rápidos y agradecidos en la respuesta.
"El que tiene tienda que la atienda y
si no que la venda."
La confianza
Proporcionemos formas de pago seguras, informando al futuro comprador
del protocolo de seguridad que estamos utilizando. Facilitemos un
vínculo al website del protocolo para que pueda informarse
ampliamente de sus características.
Combinemos formas de pago, online y offline. En ocasiones, el cliente
se siente más cómodo utilizando métodos tradicionales:
contra reembolso, giro postal, transferencia bancaria, etc.
"Un cliente listo es un comprador cuidadoso"
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