¿Será real lo que pensamos? |
Leamos con atención
las siguientes profesías:
“Las computadoras en el futuro llegarán a pesar no
más de 1.5 toneladas”. “La caja inalámbrica de música no tiene ningún
valor comercial imaginable. ¿Quién pagaría
por un mensaje que se envía sin destinatario en particular?”
“Me siento feliz de que Clark Gable sea quien va a fracasar
y no Gary Cooper”. (Gary Cooper en el momento de rechazar
el protagónico en “Lo que el viento se llevó”).
Modelos mentales incorrectos, paradigmas o simplemente datos erróneos. Innumerables veces los ponemos en nuestra cabeza y convivimos con ellos sin poder escaparles, ya que es lo que decidimos. Es la idea que nos hicimos al respecto y no se nos pasa ni remotamente pensar que estemos equi- vocándonos. ¿Cuántas veces nos habrá ocurrido esto en el momento de tomar una decisión en nuestra empresa? Hay infinidad de frases como las que leímos anteriormente, dichas por especialistas e incluso verdaderos genios en sus materias, pero que no veían el potencial de desarrollo en el tiempo de ciertos productos o emprendimientos. Ni siquiera la utilidad que iban a representar para la humanidad. Pero también como contraparte hubieron otros que no se quedaron con la última palabra y sin importarles que los dichos vinieran de quien vinieran, llegamos a tener hoy (gracias a ellos) computadoras que entran en la palma de una mano, comunicaciones sin límites al instante a cualquier lugar del mundo (por remoto que sea) y miles de productos que utilizamos en el día a día sin darnos cuenta de que hace pocos años formaban parte de las historias de ciencia ficción. Esto fue posible gracias a los que creyeron que se podía. |
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