Palabras que venden |
Usted puede tener
un vocabulario digno de García Márquez, Neruda o Borges;
pero, al momento de pretender vender algo, olvídelo. No importa
cuán rico sea, es seguro que no logrará nada. Veamos
un poco sobre la edición de textos publicitarios.
Tal vez impacte muy bien en una reunión social, o incluso en su ambiente de trabajo, no nos engañemos, el buen uso de la palabra es siempre un gran valor agregado en muchas situaciones; pero lo que se busca en términos publicitarios es la sencillez, la claridad y cuanto más corto sea el concepto, mejor. Piense en el lector promedio. No solamente en términos de su nivel cultural –que puede ser tan bueno o mejor que el suyo–, sino en su tiempo. ¿Piensa que tendrá tiempo de decodificar un mensaje rico en vocabulario? Difícilmente lo tenga y su mensaje deberá competir con otros cientos que lo acosan día a día. Es tan importante poder escribir textos vendedores, por un motivo muy sencillo: la web es texto. Textos e hiperenlaces. Cuando la gente busca información, busca palabras y la publicidad "textual" y adaptada al contexto es mucho más poderosa que un banner, por más bonito y llamativo que sea. Siempre le dijeron que una imagen vale por mil palabras... pero eso tal vez suceda en la TV, no en la web, y por varios motivos. Uno de ellos es la limitación para el desarrollo de dicha imagen –ya sea en espacio como en velocidad de transmisión–, para que ésta aterrice a tiempo frente a los ojos de los lectores. Claro que la publicidad persigue distintos objetivos, pero no es intención de esta nota discutir sobre ellos. Un anuncio textual en una newsletter puede generar muchos más resultados que cualquier banner en el mismo medio... si está bien redactado y "toca" la fibra más íntima de los lectores. Los tres atributos más importantes de un mensaje textual son: Informativo, convincente y cautivante. Brinde información Sea creíble Seduzca Y para finalizar, un tip: elabore una lista de palabras que puedan asociarse a su producto o a la forma en que usted quiera presentarlo, basándose en lo que la gente espera de él, por supuesto. Luego comience a jugar con frases cortas y directas. Construya un conjunto de frases y luego combínelas en distintos anuncios. Suena a receta de cocina, pero créame, funciona. Roberto Neuberger |
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