Blogs para uso de la empresa |
Es uno de los asuntos
de moda ahora, que surge en paralelo al desarrollo del fenómeno
blog.
El tema tiene muchas derivadas. De lo que se discute es del uso de un formato o unas herramientas de publicación para su utilización de una forma algo (o muy) diferente a la original. Un blog, en sentido estricto, es la recopilación de ideas o experiencias personales, el relación a uno o varios temas de interés para el creador, que se publican, en parte, para generar impacto social. (La definición es personal e improvisada y, posiblemente, muy discutible). Cuando se quiere captar publicidad o se busca cualquier otra dorma de generar ingresos, cuando se sobredimensiona la propia visibilidad del blog mediante técnicas agresivas o cuando se actúa siguiendo intereses comerciales de muy diferente naturaleza, se está desvirtuando el "espíritu fundacional" para dar lugar a formatos diferentes al del blog, que no necesariamente deben ser criticados. El problema puede venir, si acaso, de la generación de malentendidos más o menos buscados. Sobre este tema se ha escrito bastante; citaré dos entradas que me han parecido particularmente interesantes: Este post de Enrique Dans, o este código de ética "blogger" De lo que a mi me interesa hablar ahora es del uso de un formato blog por parte de una empresa, como parte de su estrategia de comunicación. Tema sobre el que llevo trabajando algún tiempo, analizando algunos ejemplos, intentando obtener algunas conclusiones que pueda usar en mi trabajo. Por un lado hay un uso que podríamos llamar "de comunicación corporativa". Se trata de poner un blog al servicio de la difusión de la idea de que nuestra empresa es muy correcta, bienpensante, capacitada, sensible, … lo que toque. Es el planteamiento que subyace detrás de los blogs de las consultoras (como Tom Peters), los de los CEOs de empresas (como SUN), o corporativos (como el blog de Google, o Channel9 de Microsoft). |
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