A 79 kilómetros de Zaragoza, entre Borja y Tarazona, junto al pueblecito de Vera de Moncayo, está situado el maravilloso Monasterio de Veruela. Es Monumento Nacional.
El monasterio de Veruela se encuentra situado en una de las zonas más bellas de la provincia: el Moncayo. Es uno de los monasterios cistercienses más importantes, abandonado con la Desamortización de Mendizábal (1835).
Fue fundado en 1145, iniciándose su construcción pocos
años después. En todos los monasterios cistercienses,
los planteamientos generales de ordenación del recinto fueron
prácticamente los mismos. Veruela no fue una excepción.
Franqueada su muralla por una imponente puerta bajomedieval, se llega
a un paseo con árboles que nos conduce a la iglesia, de grandes
dimensiones, en la que destaca la puerta con arquivoltas que descansan
sobre capiteles decorados con motivos vegetales y geométricos
entrelazados (típico de la regla cisterciense).
En el interior encontramos tres naves con bóvedas de crucería. Una puerta comunica la iglesia con el claustro —gótico en su planta baja—, con grandes ventanales de arcos apuntados y decorados con tracerías. Uno de sus lados estaba destinado a la lectura, concretamente al paralelo a la iglesia, llamado también Claustro de la Colación o de las Completas. Era el lugar donde acudían al atardecer los religiosos a escuchar la lectura antes del oficio de completas.
Al claustro se abren las distintas dependencias, como la sobria sala capitular, con una bella portada formada por arcos con finas columnas que soportan las bóvedas de crucería. Podemos ver algunas tumbas, algunas decoradas con pinturas murales francogóticas. El lavatorio, de estilo gótico. El refectorio, del siglo XVI, y el «Scriptorio».
En el siglo XVI se construyó una galería plateresca sobre el primitivo claustro, decorada con motivos vegetales grotescos y medallones con figuras humanas. En la actualidad es sede del Museo de Arte Contemporáneo de Aragón. La comunidad cisterciense habitó en Veruela hasta la Desamortización (1835).
En 1864 residió aquí el poeta Gustavo Adolfo Béquer, escribiendo sus famosas Cartas desde mi celda. Hasta 1973 fue ocupado por los jesuitas, y en 1976 la Diputación de Zaragoza fue encargada del usufructo y conservación del edificio.
No pasar por alto la excelente repostería de Vera del Moncayo, con deliciosos mantecados y magdalenas. Al lado del monasterio hay también un bar-restaurante donde se puede comer unas típicas migas o costillas asadas y degustar los vinos de la zona del Somontano. No lejos se encuentra Trasmoz con un castillo donde las brujas celebraban sus aquelarres.
El Moncayo, Parque Natural, es también un lugar para disfrutar en plena naturaleza, donde los aficionados al montañismo pueden llegar hasta su cumbre.
MONASTERIO: Visitable con horarios variables invierno-verano.
Tel. 976 64 90 25.
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